El PLD fracasa en aplicar el “Boschismo” desde el poder

Por Manuel Figuereo

La Teoría Bos­chista, enar­bolada por el Partido de la Liberación Do­minicana (PLD) como su guía de acción para dirigir el país, fracasó. Su rescate como plantea la dirigencia se advierte inviable en es­tas circunstancias.

En casi medio siglo de fundación y dos décadas en el gobierno, los princi­pios básicos del mentor y lí­der histórico de esa organi­zación, Juan Bosch, fueron secuestrados por una pe­queña burguesía intelectual que los desvió de su objetivo para su provecho personal.

Ahora que el PLD entra en un complejo proceso de renovación y cambio, lue­go de ser sorprendido por su más impactante división interna y exorbitante derro­ta en las tres elecciones del recién pasado año, el pue­blo dominicano podría in­terpretar como demagógico que su diezmada dirección abrace de nuevo esta filoso­fía política.

Pocos dominicanos re­cuerdan ya la esencia y bondades del “Boschismo” vendido como arma teóri­ca para completar la obra patriótica que iniciaron Juan Pablo Duarte y los Trinitarios. O para lograr una patria independiente, en la que imperaran la jus­ticia social y el respeto a la dignidad humana.

Tampoco las nuevas ge­neraciones entienden que el PLD traicionara su objeti­vo de constituirse en una al­ternativa a las prácticas in­dividualistas, populistas y conservadoras que impera­ban en el país. Con caracte­rísticas tan originales que el propio Bosch llegó a califi­carlo como un “partido úni­co en América Latina”.

La dirigencia alta y me­dia echó también por la bor­da principios básicos, que formaban parte de la “bi­blia” de los peledeístas: “El PLD es abanderado y por­tavoz de los intereses ge­nerales de los ciudadanos que aspiran a una socie­dad basada en los valores de libertad, tolerancia, jus­ticia y progreso. No debe, en modo alguno, represen­tar intereses particulares o grupales que entren en con­tradicción con el proyecto colectivo”, se lee en su de­claración de principios.

La odisea de Bosch
Cuando el expresidente Bosch renunció de mane­ra abrupta el 23 de noviem­bre de 1973 a su condición de líder máximo del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que había fundado en Cuba en 1939, solo fue segui­do por un puñado de dirigen­tes leales de la llamada Comi­sión Permanente del partido blanco. El país político se es­tremeció incrédulo.

“El Profesor”, por anto­nomasia, expuso débiles argumentos, poco convin­centes para iniciar esa nue­va odisea en ese momento. Expresó que el PRD había cumplido su papel histórico en la política nacional y que se estaba profundizando la lucha de clase bajo la forma de ataques de lo viejo con­tra los partidarios de lo nue­vo que él representaba.

Entonces Bosch fundó el PLD el 15 de diciembre de 1973 en el discreto Congre­so Constitutivo Juan Pablo Duarte, con el lema: “Ser­vir al partido para servir al país”. Estableció que el PLD se propondría terminar la obra de liberación que em­pezó el Padre de la Patria, lo cual consideró no sería fá­cil, al pronunciar el discurso con los fundamentos doctri­narios.

Confiado de que los bue­nos perredeístas se sumarían a su causa, Bosch conformó un partido de cuadros estruc­turado por organismos, don­de se imponía como un sacer­docio la formación política, el aporte a las finanzas y una fé­rrea disciplina. Pero todo se fue erosionando desde los años 90 cuando los grupos pequeños burgueses advirtieron las exi­guas fuerzas del líder.

Bosch fue derrotado co­mo candidato presidencial del PLD, en todos los pro­cesos electorales en que participó desde 1978 has­ta 1994. La organización triunfó por primera vez en 1996 con Leonel Fernández como candidato y volvió a ser derrotado en las eleccio­nes del 2000 llevando a Da­nilo Medina en la boleta.

La época de oro de los pe­ledeístas, cuando ya nadie hablaba del boschismo, ini­ciaría realmente en 2004. En las elecciones de ese año el PLD volvió a triunfar con Fernández como candidato presidencial, quien se reeligió en los comicios de 2008. El disfrute de las mieles del po­der continuó en 2012 con el triunfo de Medina, quien se reeligió en las elecciones de 2016.

La más devastadora derro­ta del PLD se produjo el año pasado con la candidatura presidencial del empresario Gonzalo Castillo. Pero pre­viamente se había produci­do además su más lacerante división, cuando en octubre de 2019 renunció su pre­sidente y uno de sus dos principales líderes, el ex­presidente Fernández, para fundar el partido Fuerza del Pueblo.

Teoría Boschista
El PLD había adoptado de ma­nera oficial el Boschismo como su teoría de acción en noviem­bre de 1987, inspirado en un conjunto general y particular de principios, análisis, interpre­taciones de acontecimientos históricos, tesis sociales, méto­dos y lineamientos organiza­tivos del profesor Juan Bosch, en los que plantea una trans­formación de la sociedad do­minicana.

Sus seguidores conside­raron que este conjunto de principios ha constituido el fundamento teórico que les había permitido conocer e interpretar cabalmente la so­ciedad en sus características propias de desarrollo de capi­talismo tardío, dependiente, deformado y parte integran­te del tercer mundo.

Para su aprobación pri­mero se propuso en el Comi­té Político, en aquel entonces con 5 votos contra 4. Luego en el Comité Central, con 19 votos a favor y 15 en contra, y al final mediante un ple­biscito celebrado en las ba­ses, que la aprobó con un 91.67% de los estamentos que conformaban en esa época el PLD.

Esta teoría se manifies­ta en esencia contra todo lo que pueda representar el oscurantismo, caudillis­mo, dogmatismo, popu­lismo, oportunismo e im­provisación. O lo que es lo mismo, una negación a la nueva realidad impuesta en las estructuras del PLD en las últimas décadas, mucho antes de la muerte de Bosch el 1 de noviem­bre de 2001.

Las obras que dan ori­gen a la “Teoría Boschis­ta” se manifiestan desde La Mañosa, siguiendo con Composición Social Domi­nicana, Breve Historia de la Oligarquía, Clases Sociales en la República Dominica­na, La Pequeña Burguesía en la Historia de la Repú­blica Dominicana y Trujillo, Causas de una Tiranía sin Ejemplo.

Otras obras que susten­tan las tesis de Bosch son La Guerra de Restaura­ción, Dictadura con Res­paldo Popular, Crisis de la Democracia de América en República Dominicana, El Estado: Orígenes y Desa­rrollo, El Partido: Concep­ción, Organización y Desa­rrollo.

Todas se constituyeron en lectura obligatoria de los peledeístas en la épo­ca romántica, al igual que los textos marxistas, ya que eran consideradas como re­cetas fundamentales para conocer las características de la sociedad dominicana y las causas que han gene­rado el subdesarrollo. Tam­bién ofrecían las formas de salir de este estado de cosas y lograr un verdadero país libre e independiente. Todo fue echado por la borda y el barco se encuentra en me­dio de una tempestad difícil de vadear.

Análisis noticioso
CONGRESO
Situación delicada PLD

El PLD está celebrando su IX Congreso José Joa­quín Bidó Medina, don­de se ha trazado como objetivo principal una profunda renovación de sus cuadros directivos a nivel nacional, una tarea sumamente compleja y difícil, ante la resistencia de poderosos persone­ros que lograron desde el poder un control ab­soluto de las estructuras partidarias y no estarían dispuestos a ceder sus posiciones a jóvenes que comienzan a incursionar en política, cuando mu­chas barbas comienzan a arder en los tribunales.

Requisitos para ser miembro.
Entre los requisitos fun­damentales para ser miembro del partido es­taban aceptar y defen­der la teoría, los prin­cipios, los objetivos es­tratégicos y tácticos del partido, y cumplir y de­fender los estatutos. También estudiar, some­ter su vida a normas de honestidad pública y pri­vada. Contribuir econó­micamente con el partido y recaudar finanzas entre los amigos y simpatizan­tes de la organización.

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