La prematura lucha del 2028

Por Héctor Marte Pérez

El inicio de promoción y activismo de aspirantes a la presidencia de manera prematura no es nada nuevo en República Dominicana. Es parte de la cultura política, y no hay normativa legal que lo pueda detener. Ya ni siquiera causa mucha extrañeza que antes de que el segundo gobierno del PRM llegara a sus primeros cien días se estaba hablando de los presidenciales, no solo de ese partido, sino de las dos principales fuerzas opositoras. En esta ocasión, no solo ha comenzado temprano la promoción abierta o sutil de los aspirantes, sino también las fricciones internas en las organizaciones políticas, causadas por esa misma lucha de posicionamientos.


Cada vez más temprano

En el pasado proceso electoral se estrenaban las normas que limitaban los tiempos y alcances de la campaña, y los partidos optaron por ingeniárselas para hacer muy temprano su proselitismo, aunque disfrazado. El PLD se inventó una consulta para madrugar con la selección de su candidato presidencial, mientras que la Fuerza del Pueblo, hizo actividades de masas propias de una campaña electoral, cuando ni siquiera era tiempo de precampaña, y usó como pretexto la conmemoración de fechas especiales. El PRM no necesitaba inventar mucho, porque tenía la ventaja de ostentar el poder y el presidente siempre tuvo buenos números.

Activismo y conflictos

El PRM tiene varios aspirantes presidenciales, aunque por ahora cuatro se destacan como los principales. En cuanto a la Fuerza del Pueblo, se entendía que tenía un solo presidenciable y resulta que tiene dos. El PLD tiene varios y parece que buscará seleccionar temprano, aunque antes no le dio resultado. Lo que distingue este proceso es que no solo hay activismo, sino forcejeos que no se disimulan. Algunos ejemplos: las declaraciones recientes de Gloria Reyes y la respuesta de Hipólito Mejía y el minidebate a lo interno de la FP sobre cuál de los Fernández debe ser el candidato. En tanto, en el PLD se habla de un frente contra Francisco Javier García, lo que, si fuera cierto, sería una admisión de que es el aspirante más fuerte.

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