¿Dónde están sus padres?
Por Erika Pérez / periodista
No sé a ustedes, pero en lo personal
me causa bastante intriga respecto al grado de responsabilidad que tienen los
padres en estos tiempos, por el hecho de
ver tantos niños y adolescentes haciendo cosas, las cuales entiendo no son
aptas para su edad. “La mayor desgracia de la juventud actual es ya no pertenecer a ella, Salvador Dalí”.
Tal vez me tilden de extremista y
anticuada, pero son muchas las libertades de las que goza un adolescente en la
actualidad, en comparación con uno de mis tiempos y otras generaciones
anteriores. Como buena cristiana, sostendré mis ideales en el siguiente
versículo: “Todo tiene su tiempo, y todo
lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Eclesiastés 3:1.”
Tras observar el comportamiento de varios individuos
de corta edad, me atrevo a preguntarles a los improvisados adultos jóvenes de
nuestra sociedad, ¿dónde están sus
padres cuando desfilan en motocicletas y carros a altas horas de la noche por
las calles de la ciudad sin tener licencia? Ojalá y alguno pueda decirme donde está
su padre o madre cuando visitan centros
de expendio de bebidas alcohólicas, cuando se embriagan y fuman hooka en la vía
pública, cuando participan en carreras clandestinas en la periferia de la ciudad;
cuando tienen relaciones coitales, incluso con personas mayores que ustedes.
Continúo preguntándoles,
¿dónde están sus progenitores cuando les faltan al respeto a los mayores, sus
profesores o compañeros de clase; cuando no cumplen con sus responsabilidades
académicas; cuando están en casa viendo pornografía; cuando se duermen tarde de
la madrugada por estar chateando; cuando han probado alguna droga, ya sea por
moda o para llenar algún vacío existencial, pero sobre todo cuando han intentado
suicidarse porque sienten que nadie los entiende o que sus vidas no tiene
sentido?
Mi ferviente curiosidad fue tal, que en cierta ocasión me atreví a
hacerle estas preguntas a un muy querido joven y él, sin tanta preocupación, me
contestó: “mis padres solo aparecen cuando alguien me corrige”.
San Juan Bosco en cierta ocasión dijo: “No
hay jóvenes malos, sino jóvenes mal orientados.
Lo que no debemos olvidar los actuales y futuros padres es que los hijos son el reflejo de lo que aprenden en casa.
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