En la unión, no siempre está la fuerza
Por: Magdeline de la Rosa
En la unión, no siempre está la fuerza. "Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin corazón y juicio conspiran contra la salud de la patria" Juan Pablo Duarte. Nuestro país debe retomar el pensamiento Duartiano, justo ahora que la República Dominicana está siendo observada y podríamos decir atacada por grandes potencias internacionales, debido a la situación que vive nuestra hermana República de Haití, en dónde piden, más bien exigen, que nuestra República se haga cargo de la crisis de Haití, planteando una unión entre las dos naciones; entonces, ¿seríamos la República Dominicana de Haití?, o nos considerarían dominico-haitianos? Irónicamente los países que buscan hacer este atropello a nuestra nación, son los que más defienden sus fronteras y los que se sienten más orgullosos de levantar sus banderas.
La República Dominicana fue invadida en más de 6 ocasiones por Haití, desde el año 1801. A continuación, presento una breve cronología algunas de estas: 1- En enero del 1801 Toussaint Louver-ture invadió y, a su retiro, se llevó el batallón fijo de Santo Domingo y ordenó fusilarlo próximo a Puerto Príncipe. 2- En febrero de 1805, Desalines invadió, bajo el dominio de Francia, en virtud del Tratado de Basilea de 1795, arrasando en el sur y el Cibao, y degollando a cientos de mocanos. 3- En febrero de 1822, Juan Pedro Boyer ocupó el país con más de 12 mil hombres, permaneciendo hasta 1844, cuando el 27 de febrero del 1844 fue proclamada la independencia nacional, bajo orientación de Duarte, Sánchez y Mella. 4- En marzo de 1844, Charles Hérard entró por el norte y el sur, llegando hasta Azua y Santiago. 5- En marzo de 1849, Faustino Soulouque llegó hasta las márgenes del río Ocoa. 6-En noviembre de 1855, el emperador Soulouque invadió de nuevo por el norte y el sur, llegando hasta Santomé y Sabana Larga.
Entre otras no menos importantes. Cómo ven, fueron muchos los esfuerzos por grandes héroes independentistas y nacionalistas por defender nuestra cultura, identidad, bandera y gente; por hacer de esta, una República libre de todo dominio extranjero. Es por esta razón, que no debemos dejarnos amedrentar por las grandes potencias y organizaciones mundiales para que nuestro país a modo de socorrer a los vecinos, se unifique la isla dando lugar a una sola Nación; eso no lo podemos permitir ¡JAMÁS! ¿Pero a quién o quiénes beneficiaría está unión? Estados Unidos, Canadá y Francia son algunos de los países que buscan la unificación. Estás grandes potencias de alguna u otra manera han contribuido a que Haití sea lo que hoy en día conocemos. Desde el siglo XVII, Haití fue una colonia francesa, y no fue hasta finales del siglo XVIII que la población esclavizada se reveló y declaró su independencia, a lo que Francia pidió una indemnización, que todavía Haití no ha podido pagar. Se creería que por este pasado Francia debería hacerse cargo de Haití, no solo en lo parte económica, también debería ayudarles a restaurar el orden y establecer un nuevo gobierno. Pero no, Francia ha abandonado a Haití tal y como si fuese un animalito muerto.
A nuestro entender, estos países solo buscan quitarse un peso de encima al unirlo con esta parte de la isla, pues la República Dominicana, pese a las malas administraciones gubernamentales, es un país económicamente estable. Por su parte Estados Unidos, recomendó a nuestro país darle la mano a Haití, mismo país que hace unos meses repatrió a miles de haitianos de su frontera montados a caballo y a punta de pistolas, está nación está entre las primeras potencias económicas, podría responsabilizarse del vecino país, pero al parecer Haití no cuenta con los suficientes recursos naturales y/o económicos que les interesen a los norteamericanos.
La posición que ha tomado nuestro gobierno ante esta situación ha sido aplaudida por gran parte de la población, y creo que al ser el único país que está ayudando a la República de Haití, está en todo el derecho de exigir a estos países y las organizaciones mundiales socorrer al vecino país, sin que la unión entre ambas naciones sea una opción. Permitir una unión con Haití o con cualquier otro país, sería una ofensa a todos esos protagonistas de la Independencia y otras tantas batallas en las que derramaron su sangre para que seamos libres e independientes.
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